Si pensamos cómo será nuestro futuro, debemos detenernos y mirar cómo es nuestro presente, a dónde nos lleva, qué acciones estamos llevando a cabo, se alinean con lo que quiero?
Cuántas veces nos gobierna la ansiedad por el futuro? Pensamos, idealizamos, nos angustiamos por un tiempo que aún no llega.
Podemos proyectar un futuro pero debemos definir el presente.
Cada acción, movimiento, pensamiento, emoción que tengamos hoy, van a definir nuestro futuro.
Por eso es muy importante analizar dónde estoy hoy, me conforma, me satisface, necesito buscar otras herramientas, etc?
Tomate un tiempo para reever cuál es tu objetivo y armar un plan de acción para alcanzarlo, pero no mañana, sino hoy!
No hay mañana sin presente!